jueves, 3 de diciembre de 2009

Puede ser otra de vampiros pero nada parecido a lo hecho antes, en Trueblood  los vampiros conviven con humanos
tienen sexo, se aman, matan, odian y sostienen cualquier relación que pueda surgir entre una minoría de fenómenos
y una sociedad de humanos. La historia desentraña secretos sobrenaturales y ahonda en la sociedad de 
los chupasangre, con un elenco compuesto por gente bonita la carga erótica de la serie se desborda a chorros, pero 
en ningún momento se aleja de su lado romántico que a mi parecer es el eje de la historia entre un vampiro Bill Compton
y una veinteañera telépata Sookie Stackhouse . 
La serie es muy buena, y si de algo puedo quejarme  o no es el final abrupto que tras cada capítulo
te deja con ganas de más. Y pues solo esperan hacer cuatro temporadas, insuficientes para acabar con nuestra adicción por 
los vampiros.